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Si hasta ahora no habías escuchado sobre la cajeta de muerto puede ser por al menos tres razones: 1) no es cajeta 2) su principal uso es para acompañar el pan de muerto, y 3) tradicionalmente se prepara en el estado de Guanajuato.

La buena noticia es que no nada más hablaremos sobre este típico dulce, sino que también te pasaremos la receta, para que de una vez por todas la pruebes y la compartas con tus seres queridos en la siguiente reunión; tú saca los platos y vasos desechables Reyma, que alguien traiga los panes y vamos a deleitar el paladar.

CAMOTE MORADO Y GUAYABA

En primera instancia el nombre parece tener mucho sentido, porque la ciudad de Celaya, en Guanajuato, es la capital mundial de la cajeta. Sin embargo, se trata de un dulce hecho con camote y guayaba, que se parece más a una mermelada o un ate, y que, si bien se le unta al pan de muerto, igual puede acompañar cualquier otro tipo de pan dulce, e incluso comerse a simples cucharadas.

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De acuerdo con algunas versiones (Gourmet de México y Cocina Delirante) se le quedó ese nombre porque en el norte del país antes le decían “cajeta” a todas las pulpas de fruta que se reducían en el fuego hasta obtener una consistencia espesa.

Por otra parte, aunque se puede preparar con cualquier camote, se acostumbra utilizar el morado, ya que ese color está asociado al Día de Muertos porque simboliza conceptos como el luto, el duelo y la espiritualidad; esto derivado de la tradición católica en torno a la pérdida de un ser querido.

Como otros alimentos, la cajeta de muerto se coloca en los altares para que su aroma y su sabor guíen a los difuntos hasta la ofrenda que su familia les haya dedicado, con la intención de que acudan a visitarlos el 2 de noviembre.

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PASO A PASO

Los ingredientes son de temporada y fáciles de conseguir: camote morado (de preferencia), azúcar, canela y guayaba. Hay que lavar y pelar el camote, para después cortarlo en cubos. Para evitar que se oxide, es recomendable que lo mantengamos en agua, aunque todavía no lo vayamos a hervir.

Las versiones más tradicionales de la receta dictan que el camote se debe cocer en una cazuela de cobre o barro, pero cualquiera que tengamos en casa nos puede servir, solo no olvides agregar una varita de canela.

Mientras eso está en la estufa, hay que retirar las semillas de las guayabas, para licuarlas junto con el azúcar y la taza de agua. Una vez que el camote esté suave, también hay que llevarlo a la licuadora, con el agua en la que hirvió, pero sin la canela.

Entonces vertimos ambas moliendas en una cazuela a fuego medio o bajo, donde tendremos que moverle a la mezcla constantemente para que se integre bien, espese y no se pegue. De manera opcional se le pueden agregar unas gotas de agua de azahar.

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¡Listo! Ahora lo único que necesitas es un pan y alguno de los cubiertos Reyma para untar esta temporada con deliciosas experiencias. Cuéntanos qué te ha parecido la cajeta de muerto y si la volverías a preparar.

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