Ya sea en la chamba, en la familia o en el grupo de amigos, en estas fechas siempre hay alguien que lanza al aire la pregunta: “¿Para cuándo, nuestra posada?”. Las primeras reacciones son de reserva, se cruzan las miradas y durante unos segundos analizan su respuesta, hasta que un espíritu alegre dice: “¡Sí, hay que hacer algo!”. Entonces una cosa lleva a la otra y cuando menos lo piensas, ya están realizando el sorteo para el intercambio de regalos y además te toca llevar los productos Reyma.
Con un poco de suerte, este año tendrás triple festejo: en la casa, oficina y con tus amistades. Todas son posadas, pero al mismo tiempo cada una cuenta con rasgos que la hacen única; descúbrelos a continuación.
POSADA FAMILIAR
Por fin es viernes y qué mejor manera de iniciar el fin de semana, que yendo a la posada de tu familia. A primera vista estas parecen las más tranquilas, pero cuando rompen la piñata y salen volando los dulces, revelamos un lado muy intenso de nuestra personalidad.
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Como acuden tus abuelos, tíos, primos, sobrinos, nietos y demás integrantes de la familia, el ambiente es muy acogedor, al grado de que algunos se animan a llevar a la nueva novia o al amigo del trabajo. Y para que se vayan integrando, tus tías los invitan a rezar el Rosario, los incluyen en la representación de los peregrinos y en el canto de villancicos.
En lo que respecta a los alimentos, estas son las mejores posadas, porque seguramente preparan tamales, ponche, chocolate, buñuelos y diferentes guisos. Aparte nos sentimos con la confianza suficiente para servirnos 2 o hasta 3 veces, aprovechando la durabilidad de los platos y cubiertos Reyma, que no pueden faltar.
La cereza del pastel es que antes de irte tu tía o tu abuelita te dirá: “Espérate, ahorita te pongo comida para que lleves”. Acto seguido, aparece con unos contenedores Reyma llenos hasta el tope y una charola envuelta con papel aluminio Aluking’s. ¡Uf, qué bendición!
CONVIVIO CON AMIGOS
Toda la semana estuviste esperando el sábado porque tienes posada con tus amigos. Acá no se van a preocupar tanto por los alimentos, el objetivo principal es armar una buena fiesta y divertirse. Al cabo todavía sientes el estómago lleno por todo lo que cenaste en la posada de tu familia.
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Solo por cumplir con el aspecto de la comida, se organizan para llevar algo cada uno y compartirlo; típica reunión de traje. También puede haber una carne asada o taquiza, pero con mayor énfasis en las bebidas.
El ambiente es relajado, ponen música para cantar y bailar. Posiblemente alguien convenza a los demás para que partan una piñata, pero la verdad, este convivio es más una fiesta para socializar, donde los juegos, brindis y conversaciones se llevan de la mano con los vasos bicolor Reyma.
LA FIESTA DEL TRABAJO
Como no se pudo agendar otro día, porque todos tenían otras posadas, en tu trabajo acordaron tener su convivio de Navidad a principios de semana, ya que al fin y al cabo el objetivo es fomentar el compañerismo y la integración.
Para evitar reclamos, todo se sometió a votación. Las propuestas de lugar fueron: 1) pedir unas pizzas por la tarde y convivir en la oficina; 2) a la hora de salida ir a un restaurante; y 3) la casa del soltero, ya que no tiene miedo a que le hagan tiradero.
En cualquiera de estas opciones sabemos que inevitablemente participaremos en el intercambio de regalos y que el jefe sellará el momento con un discurso de agradecimiento por el esfuerzo del equipo entero.
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Claro que también hay unas empresas que echan la casa por la venta en sus posadas navideñas, con grupos musicales en vivo, concursos y rifas; como el megabaile que Reyma ofrece para sus colaboradores a fin de año. ¡Todo un éxito!
Ya que repasamos lo que nos espera en cada tipo de posada, el camino a la Navidad luce prometedor en cuanto a celebraciones. Dinos en los comentarios cuál es tu favorita y disfruta de esta temporada al lado de tus seres queridos gracias a la practicidad que te ofrece el catálogo de productos Reyma.
